Un 28 de octubre de 1972 abrió sus puertas uno de los restaurantes más tradicionales de la ciudad de México: Mesón del Cid, sitio de cocina española típica que se ha distinguido por organizar diversos festivales gastronómicos, como las noches medievales (todos los sábados), el festival de los arroces, las jornadas del Quijote (en las que se desarrollan recetas antiguas), o el "más tradicional" del lugar: el de las setas, el cual, desde el 21 de este mes y hasta el 10 de septiembre, muestra extraordinarios experimentos gastronómicos basados en este alimento.
"En la ciudad de México no hay tantos restaurantes españoles que lo sean auténticamente; hay
hispamex (en los cuales se mezcla lo español con lo mexicano). Hacer estos festivales nos da la oportunidad de presentar más platillos de los que tiene la carta, los cuales son muy tradicionales, los de cajón que tiene que haber en un restaurante que se precie de ser español tradicional, pero en los festivales podemos presentar diversidad -que nuestros clientes agradecen, porque son comensales que tienen 30 años de no dejar de venir-, exponer la creatividad, inventar cosas", comenta el propietario, Agustín Arroyo.
Ambiente de verdadero parador español
El Mesón del Cid es una casona antigua ubicada en el Centro Histórico de la ciudad de México; un verdadero parador español: tiene hermosos vitrales, todo el mobiliario referente al tema español, y lo mejor es su carta de platillos de diversas regiones de ese país, preparada por el chef toluqueño Francisco Mendoza, quien lleva 31 años cocinando en Mesón del Cid, y quien ha tenido a los mejores maestros, como José María Arzak o Luis Irizar.
Uno de los platos principales del lugar es el lechón segoviano, clásico de la cocina española, pero, como se mencionó, el Mesón es un laboratorio que engrandece el rubro gastronómico del país europeo en México.
El lugar tiene varias distinciones. Una, es el premio Travel Holiday, que recibió sin interrupción desde 1978 hasta 1988, año en el cual la revista que otorgaba estos galardones dejó de existir. Mesón del Cid ha sido sede de la delegación de la Cofradía del arroz y el guiso, de España. De hecho, es revisado cada año por el Instituto Gastronómico de la Secretaría de Turismo de España, ya que, como restaurante español, debe tener al menos 23 platillos tradicionales. "Si no calificas no puedes decir que se trata de un restaurante de comida tradicional. Es difícil mantener ciento por ciento el título de tradicional español. Conservar esa ortodoxia es muy duro, porque el público local te pide los sabores del lugar", asegura Arroyo, un "sibarita" que fue secretario de Turismo del Distrito Federal durante la gestión de Cuauhtémoc Cardenas.
Entre los platillos que se pueden degustar en Mesón del Cid se encuentran, en cuanto a carnes, el cabrito a la castellana (plato que cuesta 270 pesos) o las chuletas de cerdo a la riojana (de 89 pesos); en pescados, el robalo a la Koxkera (de 161 pesos), además de tortillas, entremeses, y sus tradicionales sopas.
Creatividad en sus platillos
El Mesón fue el primer restaurante en la ciudad de México que ofreció el lechón de tres semanas, el cual se parte con un plato; pero sin duda lo que ha llamado la atención son los festivales que organiza. El de las setas "es una oportunidad de ofrecer platillos diferentes. Tenemos clientes antiguos, quienes vienen desde que se fundó el lugar, hace 33 años; a ellos les damos una variación de la carta que ya conocen".
En Mesón del Cid se puede probar un rovellón con queso cabrales (con un precio de 85 pesos), canelones rellenos de setas (por 90 pesos), arroz con bacalao (con un precio que ronda los 150 pesos), escalopa de salmón rellena de setas (de 180 pesos), o un solomillo arriero con setas silvestres (de 160 pesos).
Cenas medievales, hito social
Otro de los atractivos son las cenas medievales, las cuales, desde 1974 a la fecha, se han convertido en "un hito gastronómico, social y turístico único en México. Todos los sábados por la noche se evoca el antiguo espíritu de confraternidad, clásico del medievo, uniendo en torno a una mesa a aquellas personas que aman la buena compañía y la sana alegría del vino. A la vista de los comensales, en la chimenea, se asa con leña y hierbas de olor una ternera entera rellena de lechones, los cuales cobijan en el vientre unos tiernos pollitos que a su vez están repletos de codornices, y éstas de piñones. Hay zanqueros y juglares que amenizan las cenas, y se puede tomar todo el vino que se quiera por 380 pesos por persona", asegura Arroyo.
Pero no todo es bello, dice: "el negocio restaurantero es truculento, tiene recovecos, algunos fracasan porque creen que serán anfitriones de todos sus amigos; tiene que ser una combinación de dos elementos: amor a la gastronomía y a dar el servicio, pero entender que es un negocio, que no serás anfitrión de tus cuates. Y lo más importante es que tienes que disfrutarlo, ser un sibarita. Si no aprecias la maravilla de la comida, no puedes ser un buen restaurantero".
Arroyo pertenece al grupo Gastrónomos Unidos por la Libertad y el Arte (GULA). "Tenemos amor a lo que hacemos. Somos un grupo que ama la gastronomía", apunta.
Mesón del Cid está en Humboldt 61, esquina Morelos, colonia Centro. Teléfonos: 55 12 76 29 y 55 21 19 40
